Hoy en día existen distintos tipos de batería utilizadas tanto en sillas de ruedas eléctricas como en scooters. En general son 3, las de plomo, las de litio y las de gel, siendo estas dos últimas las más utilizadas.
Las baterías de plomo son las que habitualmente se utilizan en los coches convencionales, pero el problema que presentan es que siempre deben estar en posición vertical, por lo que en sillas o scooter plegables no son adecuadas.
Las baterías de Litio son ligeras y presentan bastante resistencia a la descarga. La mayoría de sillas eléctricas y scooters plegables suelen ser de este tipo. Por otro lado tienen algo menos de autonomía que las baterías de gel.
Las baterías de gel son como las de plomo, salvo que el ácido en lugar de ser líquido es en gel. Esto permite que la batería pueda estar en cualquier posición, condición indispensable para las sillas y scooters plegables. Tienen más autonomía que las de litio y suelen ser más baratas.
En cualquier caso, sean cual sean las baterías que tenga nuestro producto de movilidad eléctrica, se debe realizar un correcto uso y cuidado de las mismas. Por ello os dejamos una serie de recomendaciones para conseguir un óptimo rendimiento de las baterías:
- Antes de utilizar el vehículo por primera vez hay que hacer una carga completa.
- Las siguientes 10 cargas se deben realizar habiendo agotado al máximo posible las baterías, y las recargas siempre deben ser completas, nunca medias cargas.
- A partir de las 10 cargas, siempre se harán cargas completas aunque no se haya agotado la batería por completo.
- Si se va a estar largos periodos de tiempo sin utilizar el vehículo, es recomendable hacer una carga completa cada 20 días.
- Una vez cargado el vehículo, hay que desenchufar completamente el cargador, tanto de la red eléctrica como del vehículo. Si desenchufamos de la red pero no del vehículo las baterías se descargarán a través del cargador.
- No exponer periódicamente las baterías a entornos húmedos y con riesgo de contacto directo con agua.
