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Son ortesis plantares  que siempre deben ser prescritas por un especialista, y que por su especificidad en cuanto a la adaptación al paciente requieren que sean a medida, debido a las carecterísticas morfológicas propias de cada paciente. 


Existen diferentes formas de confeccionar unas plantillas a medida. Normalmente es el médico especialista el que indica el tipo de plantilla que quiere prescribir para el paciente, aunque en muchas ocasiones lo dejan abierto al criterio del técnico ortoprotésico que va a fabricarlas.

 

Debemos diferenciar claramente dos grupos de usuarios de plantillas a medida: infantiles y adultos.

Las plantillas infantiles tienen como principal función intentar corregir algún mal posicionamiento del pie, para que durante su uso en el periodo de crecimiento se vaya corrigiendo hasta que éste llegue a su fin.

En cuanto a las plantillas para usuarios adultos, se busca acomodar e intentar posicionar el pie de forma que durante la marcha se produzca un correcto reparto de las cargas que eviten las molestias por las cuales el especialista solicita unas plantillas a medida.

 

Los diagnósticos más habituales para el uso de estas ortesis plantares son la fascitis plantar, pie plano, pie cavo, metatarsalgia, neuroma de Morton, retropié y/o antepié en varo (supinado) o en valgo (pronado), etc. También se prescriben cuando existe alguna amputación parcial o total de los dedos del pie, para lo cual se hace un tipo de plantillas a medida llamado plantilla protéscia.

 

¿Cómo se hacen?

Dado que es un producto a medida, de debe de tomar una copia exacta de los pies del paciente para poder confeccionarlas. Para ello hay varias opciones:

- Pedigrafía: No es más que una copia en papel de la huella del paciente en carga. Se toma mediante un pedígrafo que calca la huella sobre el papel donde además de la forma se pueden observar los puntos de mayor o menor presión.

- Molde del pie: Se puede tomar mediante una espuma  de fenol donde el paciente pisa en carga. Una vez obtenido el negativo podemos obtener el positivo mediante la manera tradicional con escayola, o también utilizando un escaner 3d para obtener el molde digital.

Se utiliza una manera u otra (en incluso a veces ambas) dependiendo del tipo de plantilla que tengamos que fabricar. A partir de este punto se procede al diseño y confección de las mismas y una vez terminadas se cita al paciente para adaptarlas.

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