Hablamos de lesión medular cuando hay un daño en la médula espinal, esto puede ser causado por una enfermedad o por un traumatismo. Dependiendo de la gravedad de la lesión, podemos encontrar pérdidas de sensibilidad y/o movimientos para mantenerse en equilibrio o caminar por lo que el paciente debe recurrir al uso de una silla de ruedas.
Debemos tener en cuenta varios aspectos a la hora de elegir la silla de ruedas para un paciente con lesión medular:
- La altura y peso del usuario: las sillas de ruedas tienen varias opciones respecto al ancho de asiento según el volumen de la persona, se puede regular la altura de las ruedas dependiendo de la medida del paciente, regulación de los reposapiés según el largo de la pierna, regulación de la altura de los reposabrazos…
- Actividad del paciente: según el nivel de actividad diaria que realice el paciente y su autonomía, debemos elegir una silla con la que podamos facilitarnos estas tareas. Podemos encontrar sillas de aluminio con opciones de posicionamiento, sillas ultraligeras y sillas deportivas para personas muy activas o sillas eléctricas en el caso de que el paciente también tenga afectada la parte superior de la columna y no pueda realizar una autopropulsión.
- Si el paciente ya tiene experiencia anterior en el uso de una silla de ruedas activa. Es un aspecto muy importante, pues este tipo de sillas ofrecen una respuesta al movimiento que no se consigue en las sillas de ruedas convencionales. En ambos casos es conveniente realizar una correcta valoración, pues hay que determinar correctamente dónde va a ir el centro de gravedad de la silla, si las ruedas van a requerir angulación, inclinación del conjunto asiento – respaldo, etc. Es por ello que, además de las sillas activas estándar, tenemos la posibilidad de hacer estas sillas a medida, adaptando así al 100% las necesidades que requiere cada paciente en particular.
Consulta siempre con los técnicos especializados de la ortopedia sobre qué tipo de silla es el adecuado para tus necesidades.
