Uso de cookies

En nuestra web utilizamos cookies para almacenar, acceder y procesar datos personales como su visita en este sitio web.
Puede retirar su consentimiento u oponerse al procesamiento tratamiento de datos basado en intereses legítimos en cualquier momento haciendo clic en "Uso de cookies" y posteriormente en "+info y configuración".

+ info y configuración

16 / 04 / 2021

Trombosis: qué es, síntomas, causas y tratamiento


Comparte:

 

¿Qué es la trombosis?

La trombosis (enfermedad trombótica) es un trastorno que implica la formación de trombos o coágulos en el sistema circulatorio. Pueden ser trombos arteriales o venosos.

Implica una falta de circulación (aporte de riego sanguíneo) que daña los órganos.

 

¿Cuáles son los síntomas del tromboembolismo?

Los síntomas más habituales son:

  • Dolor de la extremidad afectada.
  • Edema.
  • Sensación de pesadez.
  • Aumento de calor local en la extremidad.

 

En ocasiones existen síntomas generales, como fiebre, aumento de la frecuencia cardiaca y síntomas respiratorios

 

¿Cuáles son las causas?

 

Existen situaciones clínicas, después de una intervención quirúrgica o personas que llevan tiempo encamados, que favorecen y aumentan el riesgo de presentar una trombosis venosa.

 

Otros factores de riesgo asociados son los siguientes:

  • Tener más de 60 años aumenta el riesgo de sufrir una trombosis venosa profunda, aunque puede presentarse a cualquier edad.
  • Permanecer sentado durante períodos prolongados, como al conducir o volar.
  • El embarazo aumenta la presión en las venas de la pelvis y de las piernas.
  • Píldoras anticonceptivas (anticonceptivos orales) o terapia de reemplazo hormonal.
  • Tener sobrepeso u obesidad.
  • Fumar afecta la coagulación y la circulación de la sangre, lo cual aumenta el riesgo de sufrir una trombosis venosa profunda.
  • Cáncer.Algunas formas de cáncer aumentan las sustancias en la sangre que provocan que esta se coagule. Algunas formas de tratamiento contra el cáncer también aumentan el riesgo de sufrir coágulos sanguíneos.
  • Insuficiencia cardíaca.Esto aumenta el riesgo de sufrir una trombosis venosa profunda y una embolia pulmonar. Dado que las personas con insuficiencia cardíaca presentan una función cardíaca y pulmonar limitada, los síntomas causados incluso por una pequeña embolia pulmonar son más evidentes.
  • Enfermedad intestinal inflamatoria.Las enfermedades intestinales, como la enfermedad de Crohn y la colitis ulcerosa, aumentan el riesgo de sufrir una trombosis venosa profunda.
  • Antecedentes personales o familiares de trombosis venosa profunda o embolia pulmonar.
  • Genética.Algunas personas heredan factores de riesgo o trastornos genéticos, como el factor V Leiden, que hacen que la sangre se coagule con mayor facilidad. Es posible que un trastorno heredado no cause coágulos sanguíneos por sí solo, a menos que se combine con uno o más factores de riesgo.
  • Sin factores de riesgo conocidos.A veces, puede formarse un coágulo sanguíneo en una vena sin ningún factor de riesgo subyacente aparente. Esto se conoce como un tromboembolismo venoso no provocado.

 

¿Cómo se trata el tromboembolismo?

Las principales medidas preventivas son, medidas físicas y farmacológicas.

Las medidas farmacológicas están indicadas principalmente en pacientes con riesgo elevado para ETV. Se han empleado numerosas sustancias como aspirina, heparina y otros anticoagulantes, pero en la actualidad el método de elección es la administración por vía subcutánea de un preparado de heparina de bajo peso molecular.

Entre las medidas físicas serán beneficiosas todas las medidas que favorezcan el retorno venoso, como elevar los pies de la cama, movilización precoz, así como los distintos modelos de vendajes, compresión neumática y medias elásticas; todo ello para aumentar el flujo de las venas profundas de las piernas.

 

 

 



Volver


Contáctanos por whatsapp