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El calzado a medida para grandes deformidades se realiza de manera personalizada para cada paciente.


Un calzado a medida se recomienda cuando una persona tiene una deformidad significativa que no se puede acomodar adecuadamente con el calzado convencional. Esta opción personalizada puede ser especialmente beneficiosa en diferentes situaciones.

  1. Deformidades congénitas: Algunas personas nacen con deformidades en los pies, como el pie equino varo (pie zambo) o el pie plano severo. Estas condiciones pueden afectar la posición y la función del pie, lo que requiere un calzado a medida que proporcione el soporte necesario y ayude a corregir la alineación del pie.

  2. Deformidades adquiridas: Ciertas afecciones o lesiones, como la artritis, el pie diabético o las secuelas de fracturas, pueden alterar la forma y la función del pie. En estos casos, el calzado a medida adaptado a las condiciones específicas puede ser necesario para brindar comodidad, soporte y alivio del dolor.

  3. Secuelas de poliomielitis: Las personas con secuelas de poliomielitis a menudo presentan deformidades en el pie, como el pie equino varo supinado y dismetría. En estos casos, el calzado a medida puede ser especialmente útil para corregir la posición del pie y ayudar a mejorar la movilidad.

Cuando se confecciona un calzado a medida, es crucial evaluar el grado de movilidad del pie y medir correctamente cualquier diferencia de longitud entre las extremidades si existe. Se toma un molde que refleje la alineación adecuada de la pierna con respecto al pie, y también se completan formularios de toma de medidas precisas.

En muchos casos, este tipo de calzado puede requerir la incorporación de un aparato de marcha, como un bitutor corto o largo. Esto se debe a que, en algunos casos, el calzado por sí solo puede no ser suficiente para mantener una alineación correcta durante la marcha del paciente.

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