Por fin llega el verano, y en consecuencia el calor y la temporada de baño. En este artículo queremos dar unos prácticos consejos para cuidar vuestros pies durante la temporada estival.
Como es normal su uso es habitual durante el verano, sobretodo en zonas de baño. De hecho son recomendables en estas zonas para prevenir contagio por hongos, pero debemos limitar el tiempo de uso simplemente mientras estemos en la playa o la piscina. Son calzados muy planos en general, sujetan muy poco el pie, pueden provocar rozaduras, e incluso dedos en garra.
Tras los periodos de baño o caminatas por la orilla del mar es importantísimo un buen secado de los pies, haciendo especial hincapié en los espacios interdigitales. Así mismo debemos de mantener una correcta hidratación, pues la exposición al sol así como al agua salada hace que la piel se reseque mucho.
No debemos olvidar que los pies están casi todo el año protegidos de la luz solar por el calzado, y ahora en verano se exponen mucho más a radiaciones ultravioletas muy altas. Por ello debemos aplicar protección solar al igual o más que en el resto del cuerpo.
Debido a las temperaturas del verano, cuando practicamos deporte se produce mayor sudoración así como mayor temperatura en el interior del mismo, por lo que además de tener cuidado en el secado y la hidratación de los pies es aconsejable tener varios pares de zapatillas de recambio para garantizar la correcta transpiración.
No obstante, es normal que descuidemos involuntariamente nuestros pies en esta época del año. Al final, como en casi todo, se trata de aplicar un poco el sentido común y buscar un equilibrio entre el estilismo y el bienestar.